Del Activismo Digital al Derrocamiento de Regímenes Autoritarios
Por Raúl Hermosillo C.
10/nov/2025
La Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) representa un cambio sociológico fundamental, distinto a los Millennials. Su psique colectiva ha sido forjada por tres fuerzas estructurales: la saturación digital, la precariedad económica sistémica y la normalización de la crisis global.
Entes Digitales, Ansiedades Análogas: la Paradoja de la Conectividad
La Generación Z no tiene memoria de un mundo sin Internet. Su existencia está mediada por plataformas (según el Pew Research Center, 45% de adolescentes permanecen “casi constantemente” en línea), lo que ha reconfigurado sus estructuras cognitivas, señalando una menor capacidad de atención (estimada en 8 a 20 segundos) e inadaptación los sistemas educativos tradicionales.
Esta conectividad total impacta negativamente su salud mental. Los datos sugieren dependencia y vulnerabilidad, no dominio ni control de la tecnología. Son, de hecho, el objetivo principal de la manipulación digital, factor crucial para entender qué los motiva a la movilización política.
La Generación Precaria: el Fin de la Aspiración del Modelo Occidental
Las preocupaciones económicas son centrales para la Gen Z. El “costo de vida” es la principal (Deloitte 2024), y el 56% vive “al día” (paycheck to paycheck). Enfrentan cargas económicas paralizantes (renta, manutención, deudas estudiantiles) que retrasan los marcadores tradicionales de la adultez. La respuesta no es “trabajar más duro”, sino un rechazo a las premisas del éxito occidental, adoptando una mentalidad “post-aspiracional”.
Si el camino tradicional es matemáticamente inviable, se niegan a participar en él. La mitad ha rechazado asignaciones laborales o empleadores basándose en la ética personal o la falta de equilibrio. Priorizan el “propósito” sobre los “títulos”. No es que sea una generación perezosa, sino que ha adoptado un nuevo sistema de valores (ética, propósito) porque el antiguo modelo (trabajo duro = éxito material) se percibe como roto.
El Peso de la Conciencia: la Generación Formateada por la Crisis
Su conciencia generacional no fue formada por la prosperidad, sino por una sucesión de crisis de paradigmas y la polarización ideológica. Son el segmento poblacional más diverso y progresista, pero también la “generación ansiosa”, con altas tasas de depresión.
Esta crisis de salud mental es, en sí misma, una crisis económica. La Generación Z no sufre de apatía, sino de una saturación de conciencia: sienten una abrumadora responsabilidad personal por solucionar las crisis (climática, racial, económica) que han heredado. Su ansiedad es su conciencia.
Informes de UNICEF sobre México capturan esta paradoja: describen a una juventud “empoderada” pero “sobrecargada”, “optimista”, pero “agotada”. Su ansiedad no es un desorden individual, sino una respuesta colectiva y racional a las crisis sistémicas.
#HashtagActivism: Tácticas de Movilización y Enjambre
Sus movimientos emblemáticos (#BlackLivesMatter, Fridays for Future) son modelos de “#HashtagActivism” que usan plataformas (TikTok, Twitter) para amplificar voces y movilizar comunidades.
La arquitectura de esta movilización es su principal innovación: es descentralizada, viral y opera en “enjambres” (swarming). Este modelo es increíblemente resiliente (no hay un líder cuya ausencia deje acéfalo al movimiento). Sin embargo, esta fortaleza es su principal vulnerabilidad: un modelo optimizado para la viralidad no distingue fácilmente la movilización auténtica de la simulada o cooptada, permitiendo a actores políticos o bots, simular un movimiento de masas.
La Protesta como Performance: Estética, Memes y la Búsqueda de la Viralidad
Las protestas modernas de la Generación Z son inherentemente “performativas”, como se vio en el #YoSoy132 en México o en los “Lunes de Memes” de Fridays for Future.
El campo de batalla principal no es la calle; es el algoritmo de TikTok e Instagram. El propósito de la protesta física es, en gran medida, crear los artefactos digitales (fotos, videos virales, memes) que librarán la batalla en línea. El “performance” no está diseñado para los medios tradicionales, sino para la diseminación en la plataforma.
Esto explica perfectamente la adopción de la bandera del anime One Piece en las protestas mexicanas recientes. Una pancarta política tradicional no se vuelve viral. Una bandera pirata de un anime de fama mundial, que simboliza “rebeldía y libertad”, es un artefacto de performance perfecto, diseñado para el consumo algorítmico.
La “Cultura de la Cancelación” como Herramienta de Justicia Anti-institucional
La “cultura de la cancelación” (el retiro del apoyo a figuras públicas) debe entenderse sociológicamente como una forma de justicia anti-institucional. Es la táctica de una generación que se siente sistémicamente impotente ante las instituciones tradicionales.
Se originó con movimientos como #MeToo, como una forma de “exponer y hacer rendir cuentas” a individuos que el sistema legal no había castigado. Cuando los tribunales o los gobiernos fallan, la Generación Z utiliza la única palanca de poder que controla: la visibilidad en las redes. Utilizan la vergüenza pública y el boicot económico para imponer un costo social que las instituciones no pudieron o no quisieron imponer.
Del activismo Digital al Derrocamiento de Regímenes Autoritarios
En años recientes, en algunos países de Asia, la decepción de la Generación Z ha derivado en manifestaciones y protestas en redes sociales que han escalado hasta el derrocamiento de varios gobiernos de la región.
En la siguiente entrega hablaremos de cómo estas movilizaciones digitales han logrado salir a las calles y de si en México existen las condiciones para que “prenda” una iniciativa de este tipo.


