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En el sexo y en la política afloran numerosas adicciones… algunas deleznables y otras disfrutables… a las deleznables solemos llamarles vicios y a las disfrutables “gustos”

No todas las adicciones están relacionadas con el consumo de sustancias -legales o ilegales- sino que muchas están relacionadas con procesos de aprendizaje en los que se sobrevalora el placer y/o la satisfacción, se soslaya el riesgo y se ignora el proceso de ensayo-error… La adicción altera al cerebro y lo hace inconsciente para suponer niveles exagerados de placer o de reducción del dolor… El proceso de “aprendizaje” hace que la persona sustituya paulatinamente sus intereses y afectos, por su adicción.

Como personas y como especie, son estos procesos mentales los que nos señalan lo que nos importa y lo que no, estando asociados a la alimentación, la reproducción y supervivencia. La adicción distorsiona estos objetivos vitales, sustituyéndolos por el objeto de la misma… Tabaco, alcohol, drogas, juego, sexo, dinero o poder. Es en general un comportamiento degenerativo… la persona en vez de mejorar, se degrada… y si a ello le agregamos la presión del entorno para profundizar en su(s) adicción(es), resultan grupos que se retroalimentan a grados extremos…

La cleptocracia que desgobierna a nuestro país es un claro exponente de lo dicho… sus integrantes han tenido un proceso de aprendizaje mediante el cual les es irresistible disponer de los bienes públicos -y de los privados cuando pueden- como también es evidente la irrefrenable adicción del merolico madrugador a proferir pendejadas… las pipas, el avión, Lozoya, los expresidentes, los 100 mil… etc. etc.

La cleptocracia es inepta, corrupta y abyecta… unos son adictos a decretar sin medir consecuencias, y otros -los más- a someterse rebajándose hasta la ignominia… todos ellos en un ámbito que les estimula a reiterar tales acciones sin medir riesgos ni consecuencias para ellos y para el país…

La adicción es una forma de relacionarse con el medio social y profesional. Les absorbe porque les da una serie de recompensas emocionales básicas y necesarias, aunque dañen su vida y su reputación. La adicción hace aprender que, de continuar, la probabilidad de ganar aumenta, aunque nunca llegue el verdadero éxito… y si no se incurre en esas prácticas se es execrado del grupo y/o de la mafia cargando con todas las culpas de El Sistema…

Es por ello que -en la política- a las adicciones difícilmente les podemos llamar “gustos”, más bien derivan en vicios… pero en todos los casos esas adicciones fomentadas y estimuladas por El Sistema han causado terribles daños a las naciones y enorme desprestigio a La Política…

En el sexo solemos darnos “gustos” … lugares amables, buena comida y bebida… tal vez un buen tabaco… y el sexo mismo como un todo hecho sensualidad… esto es natural, aceptable y disfrutable… Pero la adicción al sexo -ninfomanía en las mujeres y satiriasis en los hombres- se refiere a la incapacidad de las personas para regular su comportamiento sexual… generalmente requieren de otra persona para hallar la satisfacción buscada, que resultan en relaciones vacías en las que el otro sujeto es tomado como objeto para dar cauce a la adicción… suelen darse idilios compulsivos e irritables, desbordados hacia el cibersexo, la pornografía, el voyerismo, el exhibicionismo y la prostitución…

En la política estas mismas adicciones se manifiestan con el irrefrenable impulso por dictar, decretar, prohibir, dominar… como lo estamos viendo en el merolico madrugador, cuya incontinente verborrea causa enormes daños sin que sea capaz de articular proyecto alguno… raya en el exhibicionismo, se complace con escenas lascivas y prostituye al Estado… Los bloqueos a carreteras, vías férreas, oleoductos, etc. y las tomas y/o daños a monumentos y edificios públicos y privados, derivan de sus adicciones…

Quien padece algún tipo de adicción actúa a partir de impulsos compulsivos que deben ser atendidos de inmediato… generalmente no se miden las consecuencias… En la grilla arrabalera -que no política- que se derrama desde Palacio, esto es evidente… continuos furores de un sátrapa insolente… En el sexo, estos desbocamientos afectan la salud, el bolsillo y el desempeño laboral y social…

Son cinco los criterios por los que podemos definir una adicción.

  1. Es poderosa y absorbe pensamientos y sentimientos mírenlo cada mañanera
  2. Proporciona sensaciones y emociones esenciales (tales como sentirse bien consigo mismo, o la ausencia de preocupación o dolor) se siente todopoderoso y sus pendejadas le valen madres
  3. Produce estos sentimientos temporalmente, mientras dura la experiencia. Luego tiene que salir de gira, aunque le mienten la madre…
  4. Va degradando otros compromisos, implicaciones o satisfacciones… es incapaz de articular un proyecto de gobierno y no puede controlar ni a su partido ni a sus seguidores…
  5. Al obtener cada vez menos de la vida sin adicción, las personas se ven forzadas, en cierta forma, a volver a la experiencia adictiva como su única forma de satisfacción. No parece tener otra motivación en la vida, que hablar… hablar… hablar… aunque sólo profiera pendejadas…

Entre las sustancias que generan adicción podemos mencionar…

  1. Cafeína
  2. Nicotina
  3. Alcohol
  4. Psicofármacos
  5. Opiáceos
  6. Esteroides
  7. Cannabis

Y entre las adicciones comportamentales se cuentan…

  1. Pornografía y sexo
  2. Juego
  3. Comida
  4. Nuevas tecnologías
  5. Compras
  6. Trabajo

Hay tantas adicciones como preferencias y gustos… unas son inocuas… algunas parcas… otras letales… estamos ante un adicto a confrontar, destruir, mentir, robar, traicionar…

LA CLEPTOCRACIA ESTÁ MÁS ACTIVA Y MÁS IMPUNE QUE NUNCA…

Por: Luis Paredes M

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