Es interesante como en la vida sigues aprendiendo no importa la edad, los recursos que tengas, las diversas trayectorias que haya tomado tu vida, las aficiones que emprendiste, los alegatos en los que te metiste, las disposiciones en que tu vida tomó nuevos derroteros, siempre pero siempre emerge la oportunidad para aprender, para aplicarse en algo diferente, para cursar nuevas historias; ahora se me presenta una interesante faceta “Ser abuelo”
No sabía si me iba a tocar o no, si ahora o después, y finalmente se presenta tan atractiva que ilusiona, que envuelve, que te da vida y renueva; te deja boquiabierto. Aparece un nuevo sentimiento que no habitabas y que da ilusión. Sentir que un nuevo ser te da continuación tanto en alguna de tus facciones o en tu tipo de cabello, o bien en tu color de piel, pero vives en él y te pertenece, trasciendes y tu vida se propaga, y finalmente sabes que pervivirás en las siguientes generaciones.
Estaba yo tan hecho, tan conformado y cabal en mi actividad, que la nueva andadura vino a refrescar y a temperar mi contenido sanguíneo, dulcificó mi semblante y postura. Además, me hizo reflexionar, considerar y preconcebir los nuevos momentos en los que podría intervenir y participar; porque ahora, yo no soy el responsable inmediato y natural, mi intervención media y opera, en la consejería, en el avistamiento de oportunidades, como dispensario de necesidades, o bien, en el momento propicio para obsequiar tiempo y atención al nuevo descendiente.
Este último, es el mas atractivo, puesto que me arranca las sonrisas, los besos, las atenciones dedicadas y pendientes, de cómo ese pequeño ser reacciona a lo que yo le dedico. Estaré al pendiente de su desarrollo y avances, y eso comentaré como un loco enamorado, entre mis familiares y amigos, buscaré los preciados momentos para poder disfrutarlo largamente. Y pasará el tiempo, y más pronto que tarde, la dulce vocecita al verme llegar gritará ¡Abueeeelooo!