No son los aranceles… ¡Es el narco-Gobierno, estúpido!

6 febrero 2025
No nos equivoquemos. La principal carta de negociación de Trump para someter a México no es, ni será, la amenaza de los aranceles, sino la de dar a conocer las pruebas fehacientes de los vínculos entre el gobierno de López Obrador (que es el que administra Claudia Shainbaum) y el crimen organizado.
Para comprobar lo anterior, basta con leer detenidamente la orden ejecutiva dada a conocer por la Casa Blanca el pasado sábado 1 de febrero. El argumento central es el siguiente:

  • Las organizaciones del crimen organizado “tienen una alianza intolerable con el gobierno de México”.
  • “Esta alianza pone en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos, y debemos erradicar la influencia de estos peligrosos cárteles del entorno bilateral.”
  • “El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros para que los cárteles se dediquen a la fabricación y transporte de drogas ilícitas, lo que colectivamente ha llevado a la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses”.
  • “Se requiere acción inmediata para abordar la emergencia nacional … y para finalmente poner fin a la crisis de salud pública causada por el uso y la adicción a los opioides, lo cual no ocurrirá a menos que se asegure el cumplimiento y la cooperación del gobierno de México.”
    En otras palabras, lo que realmente está diciendo el gobierno de EU —más allá de las tarifas arancelarias que, como todos sabemos, en nada benefician al electorado trumpista— es que tiene en su poder las pruebas necesarias para poder afirmar de manera contundente que existe una “alianza” entre el gobierno de México y las organizaciones criminales, y que la única forma de obligar al gobierno de Shainbaum a cooperar es amenazando veladamente con la posible presentación de dichas pruebas.
    Esto explica por qué, en su respuesta, la presidenta no se atrevió a exigirle pruebas al gobierno de Trump sobre tan serias acusaciones. Solo se limitó a negar “categóricamente” la imputación y a envolverse en la bandera de la soberanía.
    Cuando eres inocente y alguien te acusa falsamente, la reacción natural es exigir pruebas o bien, una disculpa. Al no hacerlo, Shainbaum dejó entrever lo que todos ya sabemos: que la acusación de EU tiene sustento. Punto.
    Hace 7 años, con la amenaza de los aranceles, Donald Trump logró “doblar” a López Obrador obligándolo a desplegar 30 mil elementos de la guardia nacional en nuestra frontera sur y a aceptar el programa Quédate en México.
    Hoy, de nueva cuenta, Donald Trump ha logrado “doblar” a Claudia Shainbaum obligándola a desplegar 10 mil elementos de la Guardia Nacional en nuestra frontera norte para impedir el tráfico de fentanilo hacia EU. Y no sabemos qué otros compromisos más fueron asumidos por el gobierno mexicano en esta supuesta “negociación”.
    Lo cierto es que ambos países están utilizando el pretexto de las tarifas arancelarias como fachada para mostrar sus verdaderas fortalezas (en el caso de EU) y profundas debilidades (en el caso de México). Y muchos han mordido el anzuelo pensando que Trump blofeaba con el tema de los aranceles, sin darse cuenta de que la estrategia de presión era otra muy diferente.
    Nadie se esperaba que Trump acusara abiertamente al gobierno de México de estar aliado y de proteger a los grupos criminales que el gobierno de EU ha designado como organizaciones terroristas. Nadie, absolutamente nadie, la vio venir. Nadie se esperaba una jugada tan demoledora por parte de la casa Blanca.
    Por eso, resulta conmovedor ver cómo los propagandistas del régimen y sus fanáticos se esfuerzan en hacer ver como un gran logro de su presidenta lo que, en realidad, fue una vergonzosa derrota frente a Trump.
    La realidad es que no hubo ningún “acuerdo” entre Trump y Shainbaum. Lo que hubo fue la imposición de medidas inmediatas en materia de seguridad y migratorias, a cambio de no revelar información que pudiera destruir políticamente a los principales líderes de Morena, muy probablemente incluido el expresidente López Obrador.
    Todo lo demás —las fotografías con filtro juvenil de Claudia Shainbaum levantando el puño en señal de victoria, su sonrisa fingida, los discursos demagógicos de gobernadores y legisladores y las ridículas expresiones apasionadas de que en México “sí tenemos presidenta”— son fantasías propagandistas para el control de daños posterior al terremoto político-diplomático que cimbró al narco-gobierno de la 4T el sábado 1 de febrero.
Picture of Raul Hermosillo
Raul Hermosillo
+ Articulos
También puede interesarte

Patrocinadores

Últimas Noticias
Patrocinadores