Las elecciones las carga el diablo y, sobre todo, cuando quien las convoca da explicaciones no requeridas, es decir: “excusatio non petita accusatio manifesta”, lo que es lo mismo que las justificaciones que no vienen a cuento, es como reconocer la culpabilidad de las causas ocultas que motivan el adelanto de unas elecciones.
Eso está ocurriendo en los últimos meses, que nos estamos llenando de elecciones, con la apariencia de unas causas, pero los motivos que afloran después, son diferentes. Menos mal que los políticos no las adelantan por intereses propios, sino para beneficio del ciudadano. O no.
La cuestión es que cada vez que se anuncian unas elecciones, nos pilla con el paso cambiado. Y eso mismo ha ocurrido con la proclama de Pere Aragonés. Otras Elecciones en Cataluña, para el 12 de mayo. ¿Pero no habíamos quedado que hasta el 2025 no habría nuevas elecciones? Que te crees tu eso. “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, diría el refrán. El “petit” faraón ha pensado, mejor dicho, ha hecho público el pensamiento de su Pater espiritual, que es el que manda en la cocina de Esquerra, y ha declarado que el 12M es un día, como otro cualquiera, para poner las cartas boca arriba, es un decir: “Hay que decidir si queremos un president de Catalunya o un delegado de la Moncloa”, ha dicho. Pero, no he entendido bien, si se refiere a él mismo o a otro, como un tal Salvador Illa, ese que viene ejerciendo como presidente en la sombra, desde que no fue investido en la Generalitat, y que se tapa tras las siglas del PSC.
De entrada, me tira de la lengua, porque a estas alturas del gobierno, casi progresista, de Sánchez y su corte, he perdido la visión de quien es el delegado de la Moncloa, salvo que niegue que sea el infiltrado del “republicarquismo” en el independentismo catalán. ¡Ala! Ya lo he dicho.
Y es que, a rebufo de la aprobación de la Ley de Amnistía en la Casa de los Leones, Aragonés ha dado el pistoletazo de salida, al tiempo que sale corriendo abriendo precampaña, para que no le pisen el terreno. Eso sí, acusando a los demás de que la culpa es del cha, cha, cha, algo así, en principio, como que el rechazo a los presupuestos le impide seguir adelante, cosa que otros años no le ha parecido tan malo. Porque lo de prorrogarlos era coser y cantar.
Y es que, es “muy” perjudicial para el “ciudadano” catalán lo de no poder aprobar el macrocasino mayor de Europa como el proyecto del Hard Rock (1). Por culpa de En Comú Podem, lo que se deja entrever. Aclaremos que este proyecto arrastra de la época de Más, donde el PSC (en 2012) se opuso al “evento”, en su día, Eurovegas, en el Madrid de Esperanza Aguirre, y “Barcelona WORD” ante Artur Más. Cuando lo pensaron colocar cerca de PortAventura, el PSC se negó rotundamente porque estaba “…ligado al desarrollismo y la explotación del territorio” (Collboni, 2012, en El País), y que ahora, diez años después, lo impulsa el mismo PSC, donde 1.200 tragaperras, 300 mesas de juego y cerca del 57% de terreno dedicado a hoteles harían las delicias de los ludópatas, que unos meses antes, el propio conseller de salud había dicho que :”todo lo que fomente el juego y aumente el riesgo de ludopatía va contra de la salud pública”. Por no hablar de la cara oculta de los incentivos fiscales que conlleva su construcción, así como la venta de terreno por parte de Caixabank 700.000 m2. Pero, la cara dura de ERC no puede evitar la paradoja de hacer lo contrario, Y es que, en política, nunca se sabe lo que viene detrás. En este caso, todo tiene la apariencia de un pelotazo de altura, a la que se niega los de En Comú Podem. Los terrenos son propiedad de Caixabank, y los impuestos se les reduciría de un 50% a un 10%. Pero, suponiendo que esto no fuera cierto. Es decir, que los “comuns”, hace tiempo ya habían anunciado que con ellos no contaran para esta operación inmobiliaria y turística y habían vaticinado al Govern que este macrocasino traería delincuencia, inseguridad, precariedad laboral y problemas de sequía. Necesidad de agua para una población de 10.000 personas.
Lo cual, echa por tierra la excusa para convocar elecciones. Así que, veamos otras causas para la convocatoria.
Es posible que la aprobación de Ley de Amnistía en el Congreso, pueda ser otra de las causas de tal adelanto. Así lo han dejado caer los de JUNTS, como si fuera un rumor con efecto de bola de nieve. Y eso que, ante las cámaras (las de la prensa) parecía una celebración por parte de los “grupos” que han trabajado para llevar el tema a “buen puerto”, incluso se esperaba “confetis” por parte de ERC y Junts, que casi bailaron la conga. Por la euforia que desplegaron. Aunque las apariencias dejaban traslucir la procesión por dentro, o dicho de otro modo, el avance electoral, al tiempo de la aprobación de dicha ley, ha resquebrajado las relaciones que había entre las denominadas fuerzas políticas catalanas de “izquierda” (léase: PSC, ERC y Comuns), ya que inmediatamente, el ambiente de cortesía se ha enfriado con demasiada rapidez. Que si la Colau y la Albiach (comúns) tienen recelo con S. Illa (PSC), que, si ERC y los comuns tienen cara de resentidos, recordando la frustración por la pérdida de la alcaldía de Barcelona para Ernest Maragall (ERC) (en 2019), por culpa del chiringuito montado por un tal Manuel Vals, venido de la Francia y unirse disidentes de Ciudadanos, con el beneplácito del PSC que, a rio revuelto se llevó la alcaldía para un tal Collboni. Que si a la CUP se le ha agudizado la vena anticapitalista contra los demás.
Total, que mirando al frente, se abre una campaña llena de “alegrías” para la derecha, que casi nunca se come un rosco en esta verbena catalana, pero que disfrutan como cochino en un charco, viendo a los demás embarrarse en el lodo.
Porque, viendo el panorama político, con más partidos en el terreno de juego, no sé quién hará perder los votos que no lleguen al 3% necesario para entrar en el hemiciclo del Polvorín (aquí señalo, para no dejar la frase confusa, que la Ciudadela del Parlament, en su día fue utilizada como polvorín) y nunca mejor dicho, en lugar de un Parlament, va a parecer un pañol a la deriva con la mecha por los pasillos zigzagueando.
Partidos que buscan el voto perdido:
El PSC, que las encuestas siempre le dan por ganador, aunque ya se sabe que esto depende de los diputados que lo voten no de los votos conseguidos. Y no creo que el caso Koldo le quiten el sueño a los socialistas catalanes. Ha habido muchos casos Koldo desde los tiempos de Juan Guerra y, no ha llegado la sangre al río.
ERC, repitiendo jugador. Aunque después de la puesta en escena de Puigdemont, al que acusa de que “proponer una lista unitaria en medio de reproches es repetir errores”. Y es que, del cabreo de haberlo dejado en la estacada del Govern, aún no se ha recuperado.
JUNTS, con la presentación de Puigdemont como primer “espada” y si el tiempo, o Llarena, o García-Castellón no lo impiden, rozando el tiempo de aprobación de la Amnistía. Que quiere ser investido, o algo así, pero propone una lista unitaria. ¡Va a ser que no! Que el horno no está para bollos.
La CUP deshojando la margarita de su candidatura, mientras sigue en su proceso de refundación llamado Procés Garbí, será por lo del viento: “A fort Garbí, estigue’t aquí”. Espero que no se cierren en la ideología, mirándose el ombligo y dejen de lado el país. Por lo pronto prometen plantar cara al bloque de ERC, PSC y JUNTS, el bloque de las distopias. Pues, ¡vale!
Aliança Catalana. Inmigración y seguridad, atacando a los inmigrantes musulmanes y mirando la derecha europea. Aunque, dicen que tienen ideología independentista. “Declararemos unilateralmente la independencia y la defenderemos hasta expulsar definitivamente al Estado español de Cataluña”, alardean en sus principios. Yo me pierdo, cuando salen a relucir los principios en unas elecciones, y no se dice que en las anteriores elecciones concurrió con el partido de extrema derecha Fron Nacional de Catalunya (FNC). Aquí lo dejo.
Y casi a la cola, como nueva idea, el proyecto “Alhora” de la mano de Clara Ponsatí y Glaupera, en un intento de recuperar votos independentistas. Pero con poco tiempo para airear un nuevo espacio político. “Volem ser el pal de paller de l’independentisme”. Pues va a ser que no, que un puñado de votos se quedarán fuera del 3% necesario, para levantar los ánimos.
Y cerrando filas, es un decir, Ciudadanos, Vox y PP, que si sí, que si no, están moviendo ficha, pero sin determinar, ya que el secretario estatal de C’s, Adrián Vázquez, y el de Cataluña, Carrizosa, están a la greña, por ver si se integran en lista con el PP, o se lían la manta a la cabeza y se quedan sin “silla”. Al final, cada uno por su lado.
Volvemos al problema de siempre. Mucho hacer ideología, pero si se quiere llegar a la independencia, el camino es hacer una plataforma con objetivos comunes a la autodeterminación y, cuando se consiga la independencia, que cada partido se mire su ombligo. Porque lo de la ANC no tiene nombre, una plataforma cívica, intentando concurrir a las elecciones con la Llista Cívica, no tenía mucho recorrido y ha dejado a la Assemblea resentida y casi rota. La fragmentación del voto independentista no es buena.
NOTA: El grupo HARD Rock International es propiedad de la multimillonaria tribu de los indígenas seminolas de Florida. (EE.UU.).
