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Los aficionados el Club Puebla nos ilusionamos con todo el plan de marketing que hicieron desde la directiva para lograr la comunión con la marca, pero nos regresaron a la realidad el viernes pasado cuando en el debut de la Liga MX el Puebla ofreció un paupérrimo nivel futbolístico y sin apretar el acelerador, Xolos de Tijuana vino a ganar su primer partido de visita al Cuauhtémoc.

75 años de la fundación del equipo de la capital poblana, por lo que la directiva echó la casa por la ventana en términos de mercadotecnia, trayendo a Rogelio Roa (Mercadólogo que junto con Antonio Rosique hicieron un libro llamado la isla del futbol mientras estudiaban su MBA en Liverpool Inglaterra) para armar todo una estrategia de mercadotecnia deportiva haciendo que los aficionados del Puebla tuvieran más contacto con el equipo y obviamente llevar a la gente a consumir todo lo que se pueda del equipo.  Los franjabonos primero, colocando la foto conmemorativa a los 75 años con grandes jugadores del Puebla en él, con bombo y platillo se dio a conocer que Umbro vestiría al Puebla dejando por fin fuera a Lining (Marca china que nada más no cumplió con las expectativas) después se anunció que el Betis de Sevilla (Donde juegan Guardado y Lainez) vendría al partido de conmemoración de los 75 años del equipo y para cerrar todo este circo mercadológico se les ocurrió hacer un reality show con aficionados de hueso colorado (Aunque en redes sociales se maneja que eran actores vestidos de abonados) para presentar la playera que utilizará el equipo en este año, por cierto muy elegantes los nuevos jerseys.

Todo iba con viento en popa, pero algo no estaba bien, su servidor fue al estadio Cuauhtémoc el día viernes 19 de julio para el inicio del torneo y sorpresa el estadio a menos de la capacidad  que tiene, apenas éramos 15 mil personas y llegué a la conclusión que al aficionado del Puebla realmente no le interesa todo este circo que se está armando, viendo que el equipo no está reforzado como debería, que no va a pelear por el título, es más, que ve difícil entrar a la liguilla y se va a estar peleado el descenso con otros 6 equipos por lo menos, entonces  las personas que le van al Puebla saben que aunque le inviertan a todo un plan padrísimo de marketing el equipo sigue hundido y sin refuerzos a su altura, y con lo que se demostró en la cancha, que la verdad no hay equipo, así de sencillo y que sólo con el liderazgo del Chelis como estandarte pues realmente no se va a salir del hoyo en el que está hablando deportivamente.

La verdad todo el plan de mercadotecnia está muy padre el problema es que fue un espejismo de lo que realmente es el equipo del Puebla, hasta su servidor se fue con la finta y creció la expectativa por el equipo y por la campaña que pudiera llegar a tener, pero si analizamos en frio y sin emociones, no se reforzó bien, se trajeron jugadores que les pongo etiqueta de incorporaciones, pero no de refuerzos, se fue un joven promesa como Loroña, no se logró vender ni a Ángulo ni a Cavallini para poder traer otros jugadores, el presupuesto es reducido, y bueno el equipo está igual o peor que el año pasado. Hablando del partido, comenzando por la defensa Arreola muy lento, Vidrio en ocasiones desconcentrado, el chico debutante pues perdido, Angulo se notó que estaba de vacaciones porque no aguantó los idas y venidas, y para cerrar esta parte con broche de oro, Chelis como se te ocurre poner a Chumacero de Lateral derecho, de verdad el hombre estaba perdido; Zavala en el medio campo muy lento casi no robaba balones; Taboo y Cavallino después del gol desaparecieron, así ¿Cómo quieren que el equipo gane?

De nada sirve tener todo un plan de marketing deportivo e invertirle si el equipo nada más no responde, por eso digo mucho ruido y pocas nueces, llegaron por el lado emocional (no de la mayoría) y en lo racional el aficionado del Puebla sabe que esta temporada se va a sufrir por lo que ignoró y lo seguirá haciendo todo lo que haga la directiva para que se consuma la marca a menos que el equipo comience a ganar.

 

Por: Guillermo Lemus Legaspí

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