Si alguien ha visto mi sentido del humor le agradeceré me lo devuelva, ofrezco de recompensa un “gracias y una sonrisa”, lo tengo perdido desde que estoy en cuarentena, si por alguna razón encuentras en la calle un trapo sucio y deshilachado, no lo tires por favor, es nuestra esperanza de un mejor futuro para los que aquí vivimos, ayúdame a encontrarlo, si en el camino se te parece un tipo arrogante, que te mira con desprecio, déjalo seguir su camino hacia el infierno, se cree el dueño de tus opiniones y tus pensamientos, puede ser un gobernante, un político manipulador, un periodista mentiroso con aires de redentor, un ricachón adinerado que obliga a sus empleados y trabajadores a ignorar la contingencia del Covid-19, ignóralo, desprécialo y sigue buscando lo que realmente importa.
Se han llevado nuestra dignidad, la han hurtado en nuestras narices, un día sí y el otro también la ofenden, la violan, la defecan; todos los días se burlan de nosotros, de todos los que aspiramos a una vida mejor para nuestros hijos, los corruptos se mofan de nosotros, nos venden un México honesto, limpio y brillante, ocultan bajo su ropaje las peores intenciones y los más obscuros planes.
Que nos digan sin rubor la razón de que el estado de derecho ahora se cumple por medio de votaciones a mano alzada, que las leyes hay que pasárselas por el “Arco del Triunfo”, que la voluntad de unos cuantos prevalece sobre las aspiraciones de todos los demás, también necesitamos que aquel gobernante sobre el que pesa la acusación de estar coludido con la delincuencia, nos explique el por qué durante su mandato no se le escapó de la cárcel el más famoso de los delincuentes que ha dado nuestro país, aunque la respuesta la sabemos todos, nunca en los seis años que estuvo, lo pudieron capturar, ¿no pudieron o no quisieron?
Me gustaría saber que fue de la famosa “casa blanca” que le ensució el sexenio a un ex presidente, ¿Qué hicieron con ella? ¿Cuántos funcionarios del pasado están en un penal? ¿Cuántos y cuáles delincuentes de cuello blanco están bajo proceso? ¿sería mucho pedir?
Ese México generoso, solidario, del pasado reciente y no tan reciente ¿en dónde está? ¿en donde lo tienen confinado que no aparece por ningún lado? ese es el pueblo que necesitamos, el que sabe reponerse de las contingencias naturales, que salió a la calle para ayudar a los que necesitaban ser rescatados, que aportó su tiempo y todo lo que pudo para ayudar a damnificados de todos los desastres que nos han azotado.
Las circunstancias nos han obligado a guardarnos en nuestros hogares a una gran mayoría, la pandemia que nos acosa todos los días, nos ha retirado de nuestras actividades normales, confinados como estamos, hemos tenido tiempo de reflexionar y ojalá de prepararnos para regresar a nuestras actividades con muchas ganas, al país le urge nuestra presencia para reconstruirlo, para regresarle la esperanza perdida y desde luego para devolverle el sentido del humor que lamentablemente parece perdido.
Por: Alfonso Díaz Ordaz Baillères
8 de mayo de 2020
