Nuestro entorno influye en nuestro comportamiento porque vivimos en él, jugamos, trabajamos, comemos, hablamos y nos relacionamos con él. Es una parte muy importante de nuestras vidas.
Podemos adivinar la calidad de nuestra salud, actitud e ingresos con tan solo mirar a las personas que nos rodean. Con el tiempo empezamos a comer lo que comen, hablar como hablan, leer lo que leen, pensar lo que piensan, ver lo que ven, tratar a la gente del mismo modo incluso vestir igual que ellos”. (Web)
Es lamentable que haya poca conciencia en ciertos estilos de crianza en algunos miembros de la familia, pues hay “hogares” donde se normalizan conductas nocivas, destructivas, violentas, e inadecuadas impactando de manera negativa y severa en los pequeños.
Cuando somos niños es inevitable ser el reflejo de las acciones de las personas que están a nuestro cargo, pueden ser nuestros progenitores o nuestros cuidadores.
Aquí se abre una gama muy amplia de conductas, pero vamos a las más obvias, podemos ser bien guiados o mal influenciados ya que todo depende de las personas con las que nos relacionemos.
Si bien es cierto que el núcleo familiar influye, también es cierto que el entorno social es un factor muy importante para ir definiendo nuestra personalidad.
Si el núcleo familiar a donde crecemos es inadecuado, nocivo, violento, si crecemos sintiéndonos incomprendidos, rechazados, sin afecto, es muy probable que este estilo de vida se refleje de manera violenta al exterior, que crezcamos creyendo que estamos dentro de un mundo hostil e inhumano actuando siempre a la defensiva, siendo reactivos, desconfiados creyendo que todo mundo nos quiere hacer daño y es que no es para menos, pues nuestro núcleo familiar nos tiene que proporcionar protección y abrigo a donde nuestras necesidades básicas se vean satisfechas, de no ser de esta manera nos sentimos traicionados, abandonados, desvalorizados, provocando daños psicológicos graves, en la mayoría de veces crecemos con muchas inseguridades y generalmente siendo muy manipulables e influenciables por las personas que nos rodean, ya que nos cuesta trabajo tomar decisiones por esa falta de seguridad en nosotros y en muchas ocasiones accedemos a peticiones impuestas por los demás por miedo a sentirnos rechazados, siendo una presa fácil para las malas influencias, después de todo se busca
a las personas con las que mas nos identificamos y por ende es más fácil caer en el mundo de las sustancias psicoactivas, hay un desequilibrio notorio en nuestra conducta y pensamiento, entre otras características.
En cambio, cuando crecemos en un entorno familiar donde nuestras necesidades básicas se ven cubiertas, es muy probable que no nos sintamos en un mundo hostil e inhumano, pues crecemos sintiendonos amados y valorados, teniendo un impacto positivo en nosotros tanto físico, emocional y psicológico, crecemos sintiéndonos seguros de nosotros mism@s, somos poco influenciados por los demás, nos volvemos más analíticos y reflexivos a la hora de tomar decisiones, hay un equilibrio en nuestra conducta y pensamiento.
De aquí podemos darnos cuenta de que tan beneficioso ha sido crecer en el lugar en donde nos desarrollamos.
Tener conciencia de ello nos permitirá explotar o sanar conductas según el contexto en que nos desarrollamos.
Si bien es cierto que de niños llegamos a ser víctimas de las circunstancias o de la ignorancia de nuestros progenitores al no tener el conocimiento completo de como es que sus actitudes y acciones nos van a impactar de manera positiva o negativa en nuestro desarrollo, también es muy cierto que de adultos podemos tomar conciencia de esto y comenzar a sanarlo para poder cambiarlo.
Debes tener en cuenta que muchas de las veces tienes que alejarte de familia y/o amigos que te hacen daño, que más allá de sumar de manera positiva en tu vida, siempre te están restando, sacando la peor versión de ti y este es un paso indispensable para tu proceso de sanación.
Somos el resultado de las 10 o 5 personas con las que nos relacionamos, es de suma importancia comenzar a seleccionar quien puede entrar en tu vida y a quien es mejor dejar fuera de ella.
El comenzar a tomar conciencia de que es lo que tenemos que corregir en nosotros y no en los demás, nos ayudará a centrarnos en nuestras virtudes y defectos para poder trabajarlo de manera objetiva en nuestra vida.
Alejarnos de personas que alteran nuestra salud física, psicológica y emocional es una manera de darnos amor a nosotros mismos.
El primer paso para poder sacar la mejor versión de ti es cuestionar si lo que te enseñaron o dijeron te hace sentir bien o te lastima.
El segundo paso es tomar acción y asistir a terapia si consideras que tú sol@ no puedes hacerlo, se vale pedir ayuda.
El tercer paso es valorar con que tipo de personas te estar relacionando, si estas te ayudan a crecer o te hunden.
El cuarto paso es que busques un sitio seguro a donde puedas conectar con tu esencia, un lugar que te haga sentir paz y tranquilidad para reflexionar.
El quinto paso a tomar es tener la iniciativa de leer libros de desarrollo personal, o libros que inspiren a tu creatividad y grandiosidad.
El sexto paso a tomar en cuenta es realizar alguna actividad física, como algún deporte o simplemente hacer caminatas escuchando música que te transmita tranquilidad.
El séptimo paso, cuidar tu alimentación, a veces ingerimos alimentos con metales pesados que dañan nuestro organismo.
El octavo paso a tomar en cuenta y muy importante,es odearte de personas que crean en ti, que te ayuden a crecer, que te retroalimenten de manera objetiva y no hiriente, con la que comiences a crear vínculos sanos y de respeto mutuo.
En definitiva el entorno y las personas con las que nos relacionamos si influyen de manera positiva o negativa, si de niño no tuviste opción de cambiar las circunstancias de tu entorno, de adulto tienes el poder de hacerlo.
El mundo que vemos lo percibimos desde lo que nosotros somos y no de lo que el mundo realmente es.
Atte Terapeuta Eli Cordova.
