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Por primera vez coincido con el presidente más que una elección, lo del domingo es un referéndum, un plebiscito, una consulta, no para elegir autoridades o a un partido político, sino para elegir el proyecto de nación que queremos los mexicanos. ¿Pero sabes cuáles son los proyectos de nación en disputa?

El presidente y su candidata creen que es viable instaurar en México una democracia y liberal. Por eso proponen desaparecer a los diputados plurinominales y con ello cancelar el pluralismo parlamentario y la representación de las minorías. Por eso proponen someter a votación a jueces, magistrados y ministros, aunque con ello destruyan la independencia del poder judicial. Por eso proponen que el pueblo elija los consejeros electorales del Ine, aunque ello signifique capturar al árbitro electoral y eliminar la imparcialidad del órgano electoral y la competencia partidista.

Por eso proponen extinguir los organismos autónomos como el ini, el iftt, la cree o la cofese, porque con ello eliminan todo tipo de contrapesos al poder ejecutivo. Porque todas estas medidas garantizan la concentración del poder de decisión en una sola persona, en este caso en el presidente, quien en teoría sería la encarnación de la mayoría del pueblo. Por el contrario, para el bloque opositor, incluido Milésimo Centéso, una auténtica democracia es aquella que garantiza la representación tanto de mayorías como de minorías de manera proporcional. Es aquella que garantiza una división real de poderes para evitar que alguna institución o persona lo concentre y abuse de él. Por eso Xochitl Galvez y el bloque opositor proponen un proyecto de nación que fortalezca el sistema de representación proporcional en el Congreso y que enriquezca el pluralismo y la competencia política. Por eso proponen garantizar la independencia total del poder judicial mediante la designación de jueces, magistrados y ministros por el Senado, a propuesta de instituciones académicas de prestigio, no del presidente.

Por eso proponen darle plena autonomía al INE y buscar nuevas formas de participación electoral, menos costosas y más confiables. Y por eso proponen consolidar la independencia de los órganos autónomos para que actúen como verdaderos contrapesos al poder ejecutivo. En suma, en una democracia y liberal las decisiones las toma una sola persona, mientras que en una democracia liberal las decisiones son productos de la negociación y el diálogo entre las distintas fuerzas políticas y económicas. Así que no te confundas este 2 de junio la disyuntiva no es entre partidos políticos, en ambos bloques hay priistass, panistas, periodistas y demás fauna política. Incluso dicen que ahora hay más priistass en Morena que en el PRI. La verdadera disyuntiva es entre construir el segundo piso de una democracia autoritaria y liberal, como la que propone el presidente y su candidata, o el segundo piso de una democracia liberal como la que propone el bloque opositor. La primera no ha demostrado muy buenos resultados en ninguna parte del mundo y muchos dirán que la segunda tampoco, pero al menos ha demostrado ser la menos peor.

Si no tenemos claro esto, corremos el riesgo de votar con el hígado y cancelar el camino que más nos conviene en lo individual y como nación hacia el futuro. Así que este 2 de junio toma la mejor decisión y vota.

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