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El presidente ha mentido en promedio 80 veces en cada una de sus conferencias mañaneras. Recurre permanentemente a la mentira, al uso de ‘otros datos’ sin que medie prueba

Este es el título del último reporte de la organización Signos Vitales (www.signosvitalesmexico.org.mx) que se presenta hoy. Se trata de un balance de los primeros dos años de gobierno y toma como eje central la pérdida de la verdad en el hacer público, pues como ahí se documenta, el presidente ha mentido en promedio 80 veces en cada una de sus conferencias mañaneras. Y el problema es que la verdad es un valor humano que refiere a la coincidencia entre una afirmación y la realidad, y en ella se basa la ética pública más elemental. Si no existe dicha coincidencia, la honestidad, la buena fe, la sinceridad y la confianza quedan en entredicho. En el reporte, queda demostrado que el presidente recurre permanentemente a la mentira, al uso de ‘otros datos’ sin que medie prueba o evidencia alguna; hace uso de medias verdades o a señalamientos, acusaciones o denostaciones a personas, organizaciones, instituciones, sin evidencia que los respalde.PUBLICIDAD

La falta de verdad se refleja en todo el actuar. En esta columna sólo me referiré al estilo de gobierno, que se ha caracterizado por la concentración de poder en su persona, infligiendo amenazas y temor en quien se opone o quien discute sus decisiones. Ha determinado gobernar por decreto ejecutivo o por cambios legales que estiran su constitucionalidad hasta el límite. En la Suprema Corte se encuentran sin resolver desde hace meses 17 controversias constitucionales y cinco acciones de inconstitucionalidad sobre temas profundamente controversiales.

Esta concentración de poder ha ido acompañada de hacer de los jefes castrenses sus más fieles aliados. Por ejemplo, el presupuesto de la Sedena y la Semar ha ido en aumento. Para 2021 llegó a 148 mil 33 millones de pesos, la cifra más alta que se ha aprobado para el orden militar. La organización Causa en Común identificó que entre 2018 y 2020 se han nombrado 55 elementos militares en cargos civiles de importancia en todos los órdenes de gobierno. Y las atribuciones nuevas han sido cada vez más amplias, desde la construcción de aeropuertos y ferrocarriles hasta la operación de empresas o unidades económicas y el manejo de las aduanas y puertos.

Naturalmente, para concentrar poder necesita reducirlo a otras instituciones del Estado. De ahí el debilitamiento de los órganos constitucionales autónomos, la presión o incluso la cooptación del Tribunal Electoral y, recientemente, el ataque a jueces y al INE por resolver en apego a la ley, y paradójicamente, en contra de los deseos del presidente. En concreto, el Coneval, el IFT, el INAI y la CNDH han sufrido recortes presupuestales entre 2018 y 2021 de 31.8 por ciento, 31.7, 25.5 y 25.3 por ciento respectivamente. También, López Obrador ha colonizado órganos de gobierno y sustituido los dirigentes por personajes leales, pero sin el conocimiento o experiencia necesarias. Y junto con ello, la falta de transparencia al abusar del recurso a reservar información por razones de seguridad nacional (como el manejo de las vacunas contra Covid-19, entre muchos otros casos), así como los ataques a la prensa y a los medios de comunicación, tienden a reforzar un solo discurso, sin voces críticas que nivelen o contrasten los dichos y acciones gubernamentales. Artículo 19 ha reportado que durante la actual administración se han asesinado 17 periodistas, seis de éstos en 2020. Las indagatorias registradas por la Feadle en 2020 aumentaron 39.5 por ciento con respecto a las registradas en 2018. Los delitos con mayor frecuencia son: amenazas (149), lesiones (20) y abuso de autoridad (12).

Y para facilitar la concentración de poder, el gobierno ha reducido los derechos de los ciudadanos mediante modificaciones legales, algunas que siguen en litigio. Las reformas a las leyes sobre extinción de dominio, sobre el uso de la fuerza y de seguridad pública, la de detenciones y la de creación de la Guardia Nacional vulneran, en conjunto, 25 derechos fundamentales y transgreden diversas disposiciones constitucionales y convencionales. En ese mismo sentido corre la ampliación del catálogo de delitos que merecen prisión preventiva.

La falta de verdad no sólo se ha utilizado para concentrar el poder. Las mentiras se han utilizado para gobernar, para acomodar ‘los otros datos’ a una realidad alterna que le permite al presidente hacer lo que quiera, poniendo en grave riesgo no sólo nuestra democracia sino el futuro del país. A ello se refiere el resto del reporte.

Universidad Iberoamericana de Puebla

Puebla contra la Corrupción y la Impunidad

enrique.cardenas@iberopuebla.mx

@ECardenasPuebla

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