RENOVARSE O MORIR
En estas fechas, inevitablemente vuelve a mi mente una frase tan antigua como vigente: “Renovarse o morir”. Una expresión que, más que un dicho popular, es una advertencia: la supervivencia —personal o empresarial— depende de nuestra capacidad de adaptarnos, evolucionar y cambiar a tiempo. Resistirse al cambio, aferrarse a lo conocido o evitar lo incómodo suele conducir al estancamiento… o al declive.
En el mundo de los negocios, esta idea es evidente. Las empresas que prosperan son aquellas capaces de leer las tendencias, incorporar nuevas tecnologías y ajustar estrategias con agilidad. Pero el principio no es exclusivo del ámbito económico: en la vida cotidiana, también requerimos flexibilidad mental y emocional para enfrentar desafíos y aprovechar oportunidades.
Si estás pensando en cerrar el año con una auténtica renovación, aquí te comparto algunos #gabotips que pueden ayudarte a dar ese salto:
1. Autoevaluación honesta.
Haz una pausa y reflexiona: ¿qué quieres cambiar y por qué? Identifica tus fortalezas, tus áreas de oportunidad y aquello que ya no se alinea con tus valores o metas. Todo proceso de renovación empieza por la claridad.
2. Aprendizaje permanente.
El mundo no se detiene, así que tú tampoco. Lee, estudia, toma cursos, busca nuevas ideas. Mantenerte en constante aprendizaje te permite ampliar posibilidades y abrir caminos inesperados.
3. Sal de tu zona de confort.
La incomodidad es una señal de crecimiento. Probar algo nuevo —aunque dé miedo— es la puerta más directa hacia la transformación. Recuerda: lo que deseas está casi siempre del otro lado del miedo.
4. Construye redes de valor.
Rodéate de personas que te inspiren. Keith Ferrazzi lo resume bien en Never Eat Alone: “Si te relacionas con personas bien relacionadas, estarás bien relacionado. Si te relacionas con gente de éxito, es más probable que tú también tengas éxito.”
Hablar de tus metas con mentores, colegas o amigos genera perspectivas nuevas y apoyo genuino.
5. Cuida de tu salud integral.
Ningún proceso de renovación funciona si tu cuerpo y mente están agotados. Dormir, comer bien y hacer ejercicio no son lujos: son la base para sostener cualquier cambio profundo.
6. Elimina lo que no suma.
A veces renovarse implica soltar: hábitos, relaciones, proyectos o incluso objetos que ya no tienen lugar en la persona que quieres ser. Simplificar libera energía para lo verdaderamente importante.
7. Visualiza tu mejor versión.
Imaginar tu éxito, sentirlo y proyectarlo les da dirección a tus acciones. La visualización no es fantasía: es una herramienta que alinea mente y motivación.
En mi artículo anterior hablábamos de la fórmula para una vida con sentido: Ser, Hacer y Tener, siempre en ese orden. Para renovarte de verdad, esa secuencia es clave. Los #gabotips pueden servirte como guía, pero cada proceso es distinto y cada persona avanza a su propio ritmo. Hay una palabra que determina si la renovación se queda en intención o se convierte en realidad: constancia.
Te deseo un excelente último mes del año y, sobre todo, un gran inicio de renovación.
Gabo Guillermo®
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