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El tiempo tiene forma de hacha
René Char

Una vez presentadas en Cámara de Diputados las demandas de juicio político (del PRD, Alianza Cívica y la mía) en contra de Roberto Madrazo, la lucha fue intensa pues Arturo Núñez, coordinador de la bancada priista se esmeraba en salvar a su paisano, con la certeza de que este lo apoyaría para ser gobernador de Tabasco.

La Subcomisión de Examen Previo aprobó iniciar el procedimiento, por primera vez en un siglo, tendríamos un juicio político. Las Comisiones Unidas de Gobernación y de Justicia, integrada por 28 priistas, dos ecologistas, 14 panistas, 14 perredistas y dos petistas debían ratificar la decisión. Sabiendo que se hacían las más aviesas negociaciones para evitar el procedimiento, intenté convencer a Jorge Emilio González , quien nunca quiso escucharme. Después me enteré que Núñez, a cambio de su voto, le ofreció modificar la Constitución para disminuir la edad para ser senador. Varios medios hablaron de la entrega de una fuerte cantidad de dinero.

En una sesión histórica, el resultado fue el esperado: 30 votos a favor, 30 en contra. El expediente no se archivaba. Se resolvió consultar a la Comisión de Reglamento y Prácticas Parlamentarias cómo proceder y el asunto quedó subjudice.

En el 2000, Andrés Manuel decide, simulando una burda consulta a los tabasqueños, postularse al Gobierno del Distrito Federal, sin tener los años de residencia pues su credencial de elector era de Tabasco. Ni siquiera tuvo la cortesía de tomar en cuenta y avisar a quienes habíamos conformado un frente opositor al PRI. Núñez es arrollado por Madrazo y en contra de su ortodoxia y disciplina, declara lo aquí relatado.

En el 2005, viendo la inminente postulación de Madrazo a la presidencia por el PRI, Núñez, haciendo a un lado sus escrúpulos, pide apoyo a López Obrador, quien siempre ha dicho que la venganza no es lo suyo, lo hace senador y, en 2012, gobernador. En un acto público, Arturo le dice a Andrés Manuel: “Tú eres mi jefe” y este le responde con humildad, que sí es lo suyo: “No Arturo, tu jefe es el pueblo de Tabasco”.

A mitad de su gobierno, Núñez se niega a apoyar a Octavio Romero como alcalde de Centro. Andrés lo tacha de “traidorzuelo” y Arturo le responde, “A la salida nos vemos”.

En días pasados, el empresario Carlos Cabal Peniche declara que le dio a Madrazo cinco millones de dólares para su campaña en 1994 (el tope era de cinco millones de pesos) y que la información de las cajas era cierta. A ello se refirió el presidente, diciendo que ahora ya no hay corrupción ni fraudes electorales y que no debía verse hacia atrás. Sin embargo, el 20 de octubre pasado, como documentó la OEA, Evo Morales hizo fraude en su intento de reelegirse y el gobierno mexicano, haciendo a un lado la Doctrina Estrada que dice sustentar, le da asilo. Siguiendo la instrucción presidencial, para imponer a Rosario Piedra como presidenta de la CNDH, los senadores depositan 116 votos y solo aparecen 114. La secretaria cuenta nueve votos para un candidato y solo declara ocho. Se pierde la oportunidad de designar para la Corte a una gran jurista, Ana Laura Magaloni, quien garantizaba independencia. No dudo de la capacidad de Margarita Ríos-Farjat, pero llega por su cercanía con el presidente, no por sus méritos.

Relato estos hechos para dimensionar la incoherencia entre el decir y el hacer.

Alguien dijo que el infierno es descubrir la verdad demasiado tarde, pero hay que descubrirla y defenderla. Termino con una expresión que, de tanto repetirla, se cree sea de mi autoría: “Lo bueno de esto es lo malo que se está poniendo”. En otras palabras, dentro de toda esta inmundicia, en la medida que tomemos conciencia de su magnitud, podremos enfrentarla para corregir el rumbo.

Por: Juan José Rodríguez Prats

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