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Un despiste. Una tontería de “ná”. Un culillo de casi el 17% que queda de poso en la jeringuilla y no llega a inyectarse. Y la sexta parte de un vial se va a hacer puñetas porque la burocracia, esa maldita burocracia, que vive enquistada en nuestra sociedad, no ha previsto como extraer las dosis de la vacuna. Y las matemáticas dicen que eso significa muchos millones de euros. Pero el que sale en portada es el consejero de Salud de Andalucía (Aguirre), porque en su vocabulario, y en el mío también, qué vamos a hacer los que nacimos en el Sur, aparece el vocablo “culillo”. Y, no me refiero a culillo de mal asiento, sino a lo que queda en el fondo de la taza después de beber un café, etc. en este caso de la jeringuilla. Aunque lo de “salvar el esquí y la cacería del señorito andaluz” del confinamiento, a costa de dar palos a la hostelería, no tiene defensa posible. O sí, que de todo hay en la viña del señor.

El fondo de la cuestión es que se necesita una jeringuilla, llamada “de bajo volumen muerto”, que casualmente se fabrica en Fraga (Huesca) por la empresa Becton Dickinson (BD) que permite suministrar hasta el 100% de la cantidad de dosis y un ahorro de alrededor 100M € en vacunas, y que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) informó al Ministerio de Sanidad en junio pasado. ¡Gensanta! En junio de 2020, confirmado el pasado 8 de enero por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), en el prospecto de uso de la vacuna. Y mi señora me ironiza por leer los prospectos. Pero, ahora, “a toro pasado”, se detecta que se están perdiendo dosis de vacunas por el camino. Y la Pfizer que sabe mucho de “ordeñar la vaca”, dice que contabilizará los viales como 6 dosis, no 5 como hasta ahora. Y clava el garapullo en la cruz del erario público. Aunque, también, está que ha abierto una nueva línea de producción en la planta de Bélgica, y está siendo revisada por las autoridades belgas para garantizar la calidad y la seguridad. Argumentos para subir el precio no faltarán. Eso pasa por enteradillos. Y no lo digo sólo por los de aquí (Illa y su comité), que bastante tienen con contabilizar contagios y enderezar la pandemia, que los de la EMA tampoco andan listos en esto de negociar con los americanos. Pero ¿A quién le importa el desaprovechar 100M de € si nadie los pone de su bolsillo y la empresa funcionarial no exige rendir cuentas?

Lo de dimitir, impensable, sería un milagro. Tampoco, vamos a mirar que las jeringuillas estándar son más baratas y hay unos 25 M de estas que no sirven para sacar el 100% del vial, y hay que sacarle provecho El ahorro por un lado se pierde por el otro.

Pero lo que sí hay que tener en cuenta es que la vacuna parece ser “muy segura”, por la cantidad de políticos, militares, alcaldes, curas y obispo, y demás familiares y adyacentes que se están saltando el turno por ponérsela. Y lo deL “todo por la patria” y “derramar hasta a última gota de sangre” se va la mierda por un “quítame allá esas pajas”.

Este virus lo paramos unidos”. “Detener el coronavirus es responsabilidad de todos y todas. Si te proteges tú, proteges a los demás”, decía el lema que colgaba detrás del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Villarroya) cargado de chatarra en la pechera, antes de salir corriendo a ponerse, a escondidas, junto a otros “uniformados”, la dosis, del cupo de reserva, aparte de la destinada a la población civil, que tiene Defensa. ¡Manda güevos! Lo de dimitir es poco, porque lo hace con la desvergüenza de reconocer que no ha hecho nada indecente. Y además asegura que mantiene la conciencia tranquila y que sus decisiones han sido acertadas. Incluso, los criterios de prioridad internos han saltado por los aires respecto al personal sanitario militar.  Con esos ejemplos, que podemos esperar de las Fuerzas Armadas, después de los numeritos fascistas y franquistas que han saltado estos últimos meses en las portadas de la prensa.

Y el jefe supremo, un tal “NipíoVI”, y su corte no se puede quedar atrás. Un paso al frente ¡Ar! Y la ministra del cuerpo, que se ha enterado por la prensa, esperando un informe del mismo JEMAD que se ha saltado la cola.

Y el ministro Illa, no sabe, no contesta, a donde van las vacunas del ejército, ya que no se contabilizan como las entregadas a las comunidades. “Omerta” y “Opacidad” en todo lo que se refiere a Defensa. Y eso que él dedica el 100% a la pandemia, según sus palabras. ¡Bueno! Todo, todo. Va a ser que no. Deja un culillo para la campaña electoral catalana. Que eso de ser MHPresident de la Generalitat le ha puesto los dientes largos.

Y después nos extrañamos de que se salten los protocolos de vacunación: alcaldes, regidores-concejales (de todos los colores incluso dos de JxCAT), consejeros (del PSOE y PP), políticos (lo de Murcia para hacérselo mirar) y “cuñaos” que pasaban por allí, y un capellán. Y, por “error”, a 17 informáticos del área sanitaria de Pontevedra. Por no hablar de los que argumentan que lo hacen porque sobran dosis. O los que aplauden que los militares y políticos se vacunen, aunque no les toque, porque “dirigen la nación”. Claro que esto sólo lo dicen los propios políticos que le va la marcha, porque a mí sólo me parecen unos miserables que se aprovechan de su status para saltarse la cola.

Viñeta de Ramón, publicada en Sevilla Informa el 22/01/2021

Por: Paco González.

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