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Desde los tiempos de “Spain is different”, ha llovido mucho, pero la diferencia entre “democracia plena” de la vicepresidenta Calvo, al sencillamente de-mo-cra-cia, sigue habiendo lagunas difíciles de salvar.

Cuando la pandemia toma la ruta de la desescalada, y el ritmo de contagios y de muertos disminuye a un nivel casi de euforia, aunque lo del control exacto es una quimera, y al personal nos tiene atrapados en las informaciones sobre cuando se moverán las fases de lugar y poder salir a la calle sin tener que ser “guardianes de las buenas costumbres”, ni ver al vecino como a un enemigo en potencia, aunque sea el tonto de la calle. Va y salta la liebre en medio de un campo minado del ministerio del Interior o, mejor dicho, ministerio de la cosa oscura.

Un informe, un “picoleto” y un ministro (antes fue juez) se enredan en un baile de vueltas capaz de marear la perdiz de la derecha y de la izquierda intentando defender lo indefendible, la “honradez” de un cuerpo policial-civil-militar, cuando sus propios miembros dejan de ser honrados una vez, y otra, y otra, como si el 23F se quedara en “aguas de borrajas” y no hubiera existido un Tejero con tricornio. O cuando un director de los “picoletos” vestido de cura se fue a disfrutar la hucha de los huérfanos del cuerpo de la capa verde por esos mundos de desenfreno, después de salir en “Interviu” con el traje de las juergas y la jeta de un sinvergüenza. Así que cuando se hable de “honradez” levantemos antes las alfombras, por si alguien esconde la basura bajo su protector manto.

Que una convocatoria sobre el Dia de la Mujer, el 8 de marzo, produzca todo este revuelo, demuestra el nivel “democrático” que hace gala el país que se llama a si mismo de “democracia avanzada”. ¡Anda ya que se te ve el plumero!

Así que no es nada extraño que el ministerio de Exteriores se gaste una “millonada” en tapar las vergüenzas ajenas y la propia (España Global repartiendo prebendas entre periodistas extranjeros por hablar bien del “patrón”, por poner un ejemplo). Aunque en esos días de la primera quincena de marzo, hubo varios eventos de congresos de partidos políticos, como el de VOX, en Vistalegre, partidos de futbol de Primera división: Betis-Real Madrid, Osasuna-Español, etc., por nombrar algunos, pero había muchos más. Y no hablemos del Congreso Aula 2020 en IFEMA-Madrid, con una previsión de afluencia de público de casi 100.000 personas. Tampoco estaban con el cierre echado, museos, bares, ni discotecas a puerta cerrada. Incluso bastantes iglesias y alguna catedral daban cobijo a fieles creyéndose a salvo del virus que vigilada por doquier.

Pero la demagogia de la derecha seguía con su obsesión permanente, intentando matar dos pájaros de un tiro, el feminismo y el gobierno.

Y como abanderada de todo el “cotarro”, una jueza se agarra a una denuncia de un abogado particular de la derecha más rancia, para vincular: la pandemia del coronavirus con el Gobierno y el Comité de Emergencia a una manifestación autorizada, y así imputar al delegado del Gobierno en Madrid. Y aún no sabemos si la Fiscalía ha afinado el informe, que para eso tiene más finura que Cúchares, en cuya dilatada carrera taurina, nunca recibió una cornada. Y la cosa no queda aquí, que los expertos judiciales han puesto el dedo en la frente judicial y se preguntan si la citada togada no ha cometido delito al decidir; en primer lugar proceder contra sólo el Delegado del gobierno en Madrid (PSOE), cuando la denuncia va dirigida contra todos los Delegados del Gobierno, y si no me falla la memoria, son más o menos uno por cada provincia, 52. Y en segundo término, se relaciona con la capacidad judicial de la citada magistrada, saltando, en un acto de malabarismo, por encima del juez natural del lugar donde ocurren los hechos, y eso lo dice la Constitución del 78 que también hay para echarle de comer aparte.

Pues nada, que sin comerlo ni beberlo, aunque puede ser que alguien se haya dado un chute raro para que la cosa haya salido tan torcida. Parece ser que las cloacas han reventado por una de sus cañerías y ha saltado un tricornio por los aires, dejando al vuelo las hojas de un “informe” con más agujeros que un colador y ha sacudido los cimientos del tal ministerio y de camino a Marlaska,

Y el tema tiene muy mala espina, tanto que cualquier gurú de la política diría que es la antesala de un “golpe de estado” a la moderna. Algo así como el 23Fversión 19, en referencia al Covid , que tiene la patente para liar estos fregados, entre las “puñetas” togadas, los picoletos, el Opus que pasaba por allí con el relicario en una mano y los exhortos en otra repartiendo golpes de hisopos a diestro y siniestro y, sin faltar a la misa, la derecha más retrógrada, que al contrario del resto de países que se unen contra el virus, los del PP, VOX y C’s, sólo ven la capa roja para embestir al gobierno. Porque, para ellos, lo de la crisis sanitaria es una milonga en compás de 2/4, aprovechada por los filibusteros del Congreso, y así disfrazar un posible “golpe de estado”, ya que las mociones de censuras son de corte democrático y están a la baja. Y esta banda no entiende nada más que de “espadones” y “Todo el mundo al suelo”.

Entre trifulca y trifulca, de los sempiternos diputados de la bancada azul (PP-VOX-C’s), va el ministro Marlaska, y cesa al jefe la unidad de “mentirosos”, un tal Pérez de los Cobos, enviado al rincón de los indecorosos, apartado de la fila de los de confianza pero sin pérdida económica de todo lo demás, que es mucho demás, gracias a un medallero inagotable, y ninguno religioso, o sí. Porque resulta que el “picoleto” está bien servido en el rango de la Obra, esa secta surgida de un tal Escrivá de Balaguer, que ahora vigila desde la política un tal Jorge Fernández Díaz y su ángel Marcelo, que desde que se le apareció la Virgen en Las Vegas, a la que concedió una medalla militar. Sí, si en las Vegas, como lo digo. Pues eso, el “iluminado” está de una inspiración retrógrada que ni te cuento. Y dicen por los mentideros de la Villa y Corte que es un cabecilla de la facción del Opus, que hay escondida en las cloacas del estado, el famoso “Deep State”, que de vez en cuando asoma su horrible figura por los albañales para acosar al partido político que no siga las consignas. Otro sí. Señalan los correveidiles palaciegos que es un círculo de poder, formado por elementos escogidos entre los simpatizantes del Opus Dei, (es decir becarios, que lo que cobran lo dejan en la caja para gastos religiosos) e incluso miembros de la Orden Constantinas de San Jorge, que ni dios sabe por dónde se mueve esta “cédula” cristianortodoxa, fuera del control del Vaticano.

Y todo por un informe que, ni los estudiantes de ESO se atreverían a firmar como suyos. Y es que el informe elaborado por la unidad “experta” de la Guardia civil, tiene más fallos que una escopeta de caña, y no se sostendría, si estos procesos se hicieran con jurado, pero la jueza tiene pedigrí en estos asuntos de la familia judicial de corte mafiosa.

Y en esta pendencia policial-política-judicial, la prensa cavernaria entra en lid removiendo la ciénaga para que todo se vuelva turbio y la materia fecal de las cloacas del ministerio de la cosa oscura salgan a la superficie impregnando de su nauseabundo olor todo lo que toca. Estamos en un estado que convive con una “policía política” heredera de los principios franquistas. Como publicó el 03/04/2019 el diario PÚBLICO, en CTXT: “Una parte no despreciable de la ciudadanía … no llega a escandalizarse de que un Gobierno se defienda con fondos reservados, espías y policía de manos libres, de otros partidos legales, por considerarlos “peligrosos para el sistema”:

Del informe ya hablaré otro día que esto parece un serial.

Viñeta de Pedripol. Publicada en CTXT el 26 junio 2016. El ministerio del Interior y las cloacas del estado.

Por: Paco González.

05/06/2020.

Por IsAdmin

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